21 de julio de 2011

Sueños perdidos

Ella era tan sólo una prostituta bajo la lluvia en una de las tantas calles de su ciudad...

Y pensar que cuando joven era bella, la más bella de su colegio, de su barrio, de su ciudad.Sus curvas y medidas eran envidiadas por cualquier adolescente pero anheladas por cualquier hombre para hacerlas suyas. Su cara cual ángel caído en medio de la primavera revelaba lo más hermoso de su ser.

Ella tenía metas: quería llegar a ser la mejor modelo de toda la ciudad, salir en portadas de revistas y ser reconocida por su belleza. Lastimosamente persiguió hasta el cansancio esta meta abandonando su crecimiento intelectual; y digo lastimosamente porque nadie nunca le dijo que la belleza es algo efímero, algo que se lleva los años, pero la esencia de lo que se es, es lo que vive aún cuando nuestros restos están sepultados bajo tierra.

Un día divangando por las calles, un señor le ofreció empleo de modelo al ver su perfecta línea y ella encantada aceptó con el pretexto de que por fin podría ayudar a su madre con los gastos.

Su primer noche de trabajo fue quien le mostró la cruda verdad que oculta la calle bajo el más oscuro manto de la luna. El callejón donde le habían citado no era muy confiable, pero ella estaba muy ilusionada. Allí la recibió un fotógrafo algo joven y apuesto que la condujo a un cuarto lleno de telas donde le pidió que posara, que fuera una con la cámara, hasta el punto en que le pidió que retirara sus atuendos, puesto que aquellas tomas, serían más artísticas; y ella, confiada en el profesionalismo de aquel hombre, cumplió con todo lo pedido.

Feliz porque se sentía toda una modelo, asistió entusiasmada a su segunda noche de trabajo. Esta vez en un lugar diferente, le pidieron que aguardara en una sala de espera. Allí naturalmente habían revistas para entretenerse, pero estas eran diferentes. Encontró una que le llamó la atención ya que en letras brillantes decía "Nueva Edición" y tenía fecha del presente día. Comenzó a ojearla y cual fue su sorpresa cuando en la revista solo encontró nenas con maravillosos cuerpos posando en las mismas telas de la pasada noche. En las últimas páginas encontró algo que hizo aguar sus ojos: sus fotos con un llamativo título que decía "Última Colección".

En ese preciso momento, llegó aquel señor que inicialmente le había propuesto el trabajo acompañado de otro señor que por su vestimenta se veía que tenía dinero, pero su cara reflejaba la perversión que cualquier pandillero adquiere con el tiempo.

Su jefe le obligó a acompañar a su "cliente" por el pasillo que conducía a un cuarto. Gritando y llorando, fue arrastrada hasta que la noche fue testiga de como aquel hombre le arrebataba su virginidad y por hay derecho, su dignidad.

Días después, ella se enteró que estaba embarazada. Histérica y desesperada recurrió a aquel horrible lugar nuevamente para reclamar por lo ocurrido, pero el jefe después de algunas falsas promesas, la condujo hacia su oficina donde sin consuelo la violó, tirándola sobe su escritorio, pegándole y agrediéndola cual muñeca de trapo. Al terminar con su trabajo, le dió unos miserables billetes y la botó a la calle.

Y allí estaba. Ella era tan sólo una prostituta bajo la lluvia en una de las tantas calles de su ciudad. Tan descepcionada y triste con su vida, buscándo acabar con ella y con la de la infeliz criatura que llevaba en su vientre, que le recordaba cuando comenzó toda aquella miseria...

Esta foto fue tomada de internet sin ninguna especie de permiso

19 de julio de 2011

Él es...

Él es el único que siempre está conmigo en las buenas, en las malas y en las peores.
Él es el único que ha demostrado ser mi mejor amigo.
Él es el único que me extraña así haya salido unos pocos segundos.
Él es el único que está dispuesto a acompañarme a cualquier lado a la hora que sea.
Él es el único que me llora para que pase tiempo con el.
Él es el único que está dispuesto a jugar cuando yo también quiero hacerlo.
Él es el único que cuando estoy enferma, no se mueve de mi cama mientras me cuida.
Él es el único que me escucha cuando necesito desahogarme o que me consuela con su mirada cuando lloro.
Él es el único que me recibe alegremente a pesar de que tan dormido esté, de la hora a la que llegue o el estado en el que llegue...
Él es Homero, mi perro, mi mascota, pero más que eso, es mi mejor amigo, el amor de mi vida...
Lo único que agradezco es que no es humano, porque si así fuera, ya me habría cambiado por comida...