20 de noviembre de 2011

¡Feliz cumpleaños!


¿Por qué tanta emoción?

Hoy es un día normal, como cualquier otro. Al abrir mis ojos, veo las mismas cosas en el mismo punto de siempre; quizás el día está más claro o más soleado de lo que estuvo ayer, pero es un día normal como el resto en el calendario.

Me levanto de mi cama y al encontrarme con mi familia, me encuentro rodeada de cariños, abrazos y besos de parte de todos. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! Es la frase con la que comienzan tales pechiches, pero para mí, es algo absurdo: ¿por qué ninguno de ellos me abrazó el día de ayer cuando en silencio me encontraba triste y quizás lo notaron pero prefirieron no preguntar?, o ¿por qué no me dieron alguno de esos besos cuando sintieron que estaba fría?

De repente, los teléfonos comienzan a sonar, llaman a felicitarme personas con las que hace mucho tiempo no hablaba, lindo gesto de su parte acordarse, pero entonces, ¿soy invisible los 364 días restantes en los que no es mi cumpleaños?

Continúa el día y recibo presentes de gente que quizás me los dé por compromiso o cosas que tanto yo como quien me las dio, saben que son innecesarias para mí, y me preguntó ¿por qué no me dieron algo sin pedírselo cuando vieron que de verdad me gustaba mucho? o ¿por qué no me invitaron a comerme un helado cuando tuve un simple antojo?

Allí es donde critico este día, porque no solo un día debe hacerte una persona importante para los demás, hacerte visible, o hacer que te busquen; porque no solo el día en el que naciste, hace tu estadía maravillosa sobre el planeta tierra, lo hace cada día en el que respiras y creces. La vejez no llega con las canas, las arrugas, las responsabilidades ni nada que se le parezca, la vejez llega con la experiencia.

Cada momento en el que aprendes algo, maduras y creces; tal vez no en edad, pero sí te haces un poco mayor. Así que te agradezco más si cualquier día me recuerdas cuanto me quieres, cuanto aporto en tu vida y cuan importante soy para ti; en vez de llenarme de regalos o buscarme solo hoy.


30 de octubre de 2011

Su nombre efímero

Me miraba y me miraba, no sé que tanto detallaba en el cuerpo de una mujer tan normal, sabiendo que ya había tenido entre sus brazos cinturas mejor moldeadas, bustos más perfectos e indudablemente, piernas largas y verdaderamente bellas; pero aún así, no me importaba que tanto detallaba en mí, yo me encontraba desnuda y feliz debajo de su delicioso cuerpo. Sus brazos, pecho, abdomen y cintura estaban llenas de tan expresivos tatuajes, todos con un significado en particular, caminaban de una manera tan armónica sobre lo delicado de su piel, el relieve de su pecho y la tan sexy línea que bajaba por su abdomen.

Quería que el tiempo se congelara, sentir su cuerpo desnudo como sudaba al roce con mi piel, mientras que deslizaba sus labios entre mis senos donde se detenía y jugaba con ellos de una manera muy dulce, mientras una corriente recorría mi cuerpo; me estaba excitando, había encontrado mi punto débil.

Después de divertirse allí un buen tiempo, encontró mi mirada, esa mirada que gritaba cuanto lo deseaba, cuanto quería que nuestros cuerpos se devoraran como si no existiera nada más, que quería que fuera mio, que su cuerpo no fuera de nadie más y que mis orgasmos, solo fueran suyos. Pero cuando sus labios comenzaron a hundirse entre los míos, me dí cuenta que él no era de nadie, pero que ahora me  deseaba a mi. Dejé que mi lengua recorriera suavemente la suya, que se sumergiera en lo húmedo de su boca y que por mi cabeza, pasaran miles de deseos que quería que me cumpliera en aquel instante. Su nombre era lo único escrito en mí durante aquellos minutos, que me parecieron tan solo dos segundos...

Podía sentir como estaba de excitado mirándome y besándome de aquella forma tan apasionada, tan frenéticamente deliciosa. Sentía su como su cuerpo expulsaba gotas de sudor por sus poros mientras yo con mis manos sobre su nalga, lo guiaba a través de mi.

Velozmente, empezaron a fluir desde mi vientre unos sensuales jadeos y gemidos que le dieron más  fuerzas para seguir con sus movimientos, ahora más veloces; mientras mis uñas se aferraban a la cama y por la habitación se esparcían aquellas notas musicales que solo el placer de una mujer puede proporcionar; y fue allí cuando sentí que él ya estaba terminando su trabajo, mientras sus jadeos se unían con los míos.

Allí postrados sobre la cama como un par de desconocidos, estaban ahora nuestros cuerpos agitados aún, empapados de sudor y despertando a la realidad de que no nos pertenecíamos y que todo esto, quedaría simplemente en el olvido.



Pet.

28 de septiembre de 2011

El sentido de la vida

Ahora es cuando suspiras y te das cuenta que todo está perdido, que quien tenias a tu lado no tenía el corazón de chocolate del que te antojaste, que sus ojos no brillaban en la oscuridad por el resplandor de su amor, que su piel no era tan suave como la de un peluche y que sus labios no eran tan apetitosos como el manjar que come alguien que lleva meses ayunando..

Ahora cuando todo esta perdido es cuando lamentas haber dicho cosas hermosas o hasta insultos indebidos, cuando lamentas haberte entregado a alguien con todo tu ser para que te pisoteen como tapete barato o cuando mides al fin el largo de tus hechos.

Ahora cuando piensas en todo esto, es cuando te das cuenta que ¿de que sirve lamentarse ahora? Tu tiempo de hacer las cosas pasó y ahora solo puedes abrazar tus piernas, descansar tu cabeza sobre tus rodillas y llorar, llorar hasta que se te sequen las lagrimas; pero al otro día, te darás cuenta de que eso nunca te sirvió de nada, de que así tengas lágrimas nuevas, no serán nunca suficientes para remediar el vacío de tu alma.

¿Qué hacer entonces ahora? Parece que nada tiene sentido y buscas una solución inmediata, nada puede hacerte sonreir y te sientes en un hoyo, hoyo del que no saldrás si no le regalas una sonrisa a un extraño o un abrazo a un viejo amigo, si no buscas formas en las estrellas o tratas de comprender los colores en el ambiente, si no disfrutas viendo las nubes como imitan algodones en el cielo o como los árboles parecen bailar con la sinfonía del viento...

Esto es la vida, la vida no se compone solo de sentimientos, la vida son sensaciones y momentos que te rodean a donde vallas, a donde mires, a donde toques o a donde escuches. La vida es un mar de recuerdos que van pasando con el tiempo...



Esta foto fue tomada de internet sin ninguna especie de permiso
(Inspirado y dedicado a Ñel.)

Amor a primera vista

Se mantuvo en silencio, y con sigilo, se ubicó en la silla que estaba en frente de donde me hallaba sentada. Me acomodé para observarlo, pero él ya tenia sus ojos destellantes y perfectos sobre mi.

Detallaba cada movimiento que yo realizara, al acecho, y no movía nada más que sus ojos, clavados en mi...Allí me enamoré de aquel felino mientras él, ponía su pata sobre mi mano y me aruñaba con tal desprecio como si fuera yo un ratón o una pequeña lagartija... En ese entonces, me hubiera gustado ser una.

21 de julio de 2011

Sueños perdidos

Ella era tan sólo una prostituta bajo la lluvia en una de las tantas calles de su ciudad...

Y pensar que cuando joven era bella, la más bella de su colegio, de su barrio, de su ciudad.Sus curvas y medidas eran envidiadas por cualquier adolescente pero anheladas por cualquier hombre para hacerlas suyas. Su cara cual ángel caído en medio de la primavera revelaba lo más hermoso de su ser.

Ella tenía metas: quería llegar a ser la mejor modelo de toda la ciudad, salir en portadas de revistas y ser reconocida por su belleza. Lastimosamente persiguió hasta el cansancio esta meta abandonando su crecimiento intelectual; y digo lastimosamente porque nadie nunca le dijo que la belleza es algo efímero, algo que se lleva los años, pero la esencia de lo que se es, es lo que vive aún cuando nuestros restos están sepultados bajo tierra.

Un día divangando por las calles, un señor le ofreció empleo de modelo al ver su perfecta línea y ella encantada aceptó con el pretexto de que por fin podría ayudar a su madre con los gastos.

Su primer noche de trabajo fue quien le mostró la cruda verdad que oculta la calle bajo el más oscuro manto de la luna. El callejón donde le habían citado no era muy confiable, pero ella estaba muy ilusionada. Allí la recibió un fotógrafo algo joven y apuesto que la condujo a un cuarto lleno de telas donde le pidió que posara, que fuera una con la cámara, hasta el punto en que le pidió que retirara sus atuendos, puesto que aquellas tomas, serían más artísticas; y ella, confiada en el profesionalismo de aquel hombre, cumplió con todo lo pedido.

Feliz porque se sentía toda una modelo, asistió entusiasmada a su segunda noche de trabajo. Esta vez en un lugar diferente, le pidieron que aguardara en una sala de espera. Allí naturalmente habían revistas para entretenerse, pero estas eran diferentes. Encontró una que le llamó la atención ya que en letras brillantes decía "Nueva Edición" y tenía fecha del presente día. Comenzó a ojearla y cual fue su sorpresa cuando en la revista solo encontró nenas con maravillosos cuerpos posando en las mismas telas de la pasada noche. En las últimas páginas encontró algo que hizo aguar sus ojos: sus fotos con un llamativo título que decía "Última Colección".

En ese preciso momento, llegó aquel señor que inicialmente le había propuesto el trabajo acompañado de otro señor que por su vestimenta se veía que tenía dinero, pero su cara reflejaba la perversión que cualquier pandillero adquiere con el tiempo.

Su jefe le obligó a acompañar a su "cliente" por el pasillo que conducía a un cuarto. Gritando y llorando, fue arrastrada hasta que la noche fue testiga de como aquel hombre le arrebataba su virginidad y por hay derecho, su dignidad.

Días después, ella se enteró que estaba embarazada. Histérica y desesperada recurrió a aquel horrible lugar nuevamente para reclamar por lo ocurrido, pero el jefe después de algunas falsas promesas, la condujo hacia su oficina donde sin consuelo la violó, tirándola sobe su escritorio, pegándole y agrediéndola cual muñeca de trapo. Al terminar con su trabajo, le dió unos miserables billetes y la botó a la calle.

Y allí estaba. Ella era tan sólo una prostituta bajo la lluvia en una de las tantas calles de su ciudad. Tan descepcionada y triste con su vida, buscándo acabar con ella y con la de la infeliz criatura que llevaba en su vientre, que le recordaba cuando comenzó toda aquella miseria...

Esta foto fue tomada de internet sin ninguna especie de permiso

19 de julio de 2011

Él es...

Él es el único que siempre está conmigo en las buenas, en las malas y en las peores.
Él es el único que ha demostrado ser mi mejor amigo.
Él es el único que me extraña así haya salido unos pocos segundos.
Él es el único que está dispuesto a acompañarme a cualquier lado a la hora que sea.
Él es el único que me llora para que pase tiempo con el.
Él es el único que está dispuesto a jugar cuando yo también quiero hacerlo.
Él es el único que cuando estoy enferma, no se mueve de mi cama mientras me cuida.
Él es el único que me escucha cuando necesito desahogarme o que me consuela con su mirada cuando lloro.
Él es el único que me recibe alegremente a pesar de que tan dormido esté, de la hora a la que llegue o el estado en el que llegue...
Él es Homero, mi perro, mi mascota, pero más que eso, es mi mejor amigo, el amor de mi vida...
Lo único que agradezco es que no es humano, porque si así fuera, ya me habría cambiado por comida...

22 de junio de 2011

Mientras afuera llueve

Mientras afuera llueve yo veo a través de la ventana como corren los carros, como se esconden los pájaros y como la gente huye del agua...

Mientras afuera llueve, recuerdo aquellos grises días donde nos metiamos entre las sábanas huyendo del frío y nuestros cuerpos eran los protagonistas...

Mientras afuera llueve, yo busco a lo largo de mi vida ilusiones, motivos para estar aún de pie en este mundo...

Mientras afuera llueve me doy cuenta de lo fría que es la vida, de lo manipuladora que es la derrota y de lo oscura que es la soledad...

Mientras afuera llueve, se me va a mi la vida tras cada gota de sangre que recorre mis brazos llegando hasta el suelo...

Mientras afuera llueve se desvanece toda esperanza, toda mirada y todo recuerdo...

21 de junio de 2011

El paraíso de una pesadilla

Ella era encantadora: su boca era más provocativa que cualquier afrodisiaco, su piel, parecía terciopelo, sus ojos un par de luces negras que penetraban en lo más profundo de mi ser y su cuerpo, toda una angelical armonía llena de las más hermosas notas que ni Mozart logró nunca conseguir. Su pecho era el más hermoso relieve de aquel paisaje y su pelo negro como la desolada noche, resaltaba lo pálido de su piel y lo jugoso de sus labios. Ella era perfecta, era la mujer más perfecta que jamás había visto.

Una noche en la que me encontraba en mi solitario cuarto donde solo era acompañada por las apasionantes melodías de mi saxofón, me disponía a caer en brazos de Morfeo, pero alguien llamó a la puerta. La casa se encontraba sola y yo no esperaba a nadie, así que corrí a la ventana y allí quedé completamente perpleja con quien vi: era ella...

No sabía qué hacer, ella nunca se había percatado de mi presencia, pero reaccioné, me recogí el cabello en una larga cola de caballo para no verme muy desarreglada y abrí la puerta con tal tranquilidad que a mí misma me impresionaba.

-Hola, -dijo ella mostrando sus hermosos dientes blancos debajo de una suave sonrisa- espero no molestar- y entró sin ser invitada. Yo solo me dispuse a cerrar la puerta y al girar a mirarla, me helé al ver sus hermosas y delicadas piernas debajo de un esplendoroso vestido negro que le quedaba ceñido a todo su exquisito cuerpo.

Me miró y con sus dulces labios tan rojos como el fuego, rio tímidamente y dijo- te quedarás ahí...

- ¡Disculpa! -reproché- no es nada, pasa -y me adelanté en las escalas buscando mi cuarto con su delicioso aroma siguiéndome.

Al entrar en él, ella se sentó en mi cama y me observaba mientras yo nerviosa pensaba que hacer. Tratando de no parecer sumisa, le pregunté:
- ¿Qué haces aquí?
-Quería verte, llevo meses deseándote, pero hoy no pude contenerlos -y me ofreció su mano. Yo gustosamente la cogí, maravillada de que sintiera lo mismo que yo sentía por ella y me guio a sentarme a su lado en la cama.

Después de un breve silencio, me dijo: toca para mí, quiero oírte -alcanzándome el saxofón que estaba a su lado sobre una silla. Yo gustosa lo acepté y entoné en él una pequeña melodía que compuse pensando una noche en ella y que nunca imaginé estársela mostrando; era tan sensual y romántica que ella cerró sus ojos conquistada por las notas y comenzó a moverse tocándose su delicioso cuerpo. Yo comencé a excitarme viendo tan maravillosa escena y poco a poco retiré el saxo de mi boca teniéndolo aún con mis manos y disfruté de tan anhelado panorama para mí.

Ella al notar el silencio que se produjo en la habitación, abrió sus ojos y me miró con tanta pasión que me perdí...Retiró delicadamente el instrumento de mis manos y acercó sus labios a los míos. Mientras nos besábamos, sentí una paz y deseo interior que nunca había experimentado.

Suavemente me tumbó sobre la cama sin dejarme de besar. Yo la deseaba, sentía todo dentro de mi tan deliciosamente descontrolado y estaba tan excitada que me dejé llevar.
De una manera sensual y pícara, se quitó el vestido que llevaba puesto quedando totalmente desnuda. Su silueta era perfecta, tal como siempre me la había imaginado, ahora la deseaba más que nunca...

Sus pezones rosados me sonreían mientras que ella me quitaba todas mis prendas dejándonos a ambas en iguales condiciones. Yo solo pensaba en la envidia que sentirían los ángeles viendo tan exquisita escena desde el cielo. Estando encima de mí, volvió a besarme, pero ahora de una manera tan agresiva y encendedora que sentía cuánto me deseaba, pero que duró tan solo unos segundos, ya que, con su húmeda lengua y sus jugosos labios, se deslizó por mi abdomen deteniéndose entre mis muslos. Allí jugueteó con su lengua de tal manera que sentí como si el infierno me quemara mientras tocaba el cielo.


Quise detener aquel momento para siempre, viéndola allí, como siempre la había soñado mientras que mi boca no podía contener los más frenéticos jadeos de placer que salían desde lo más profundo de mí, y que sonaban mucho más sensuales y eróticos que los que podía sacarle al saxofón mientras lo tocaba; pero de repente, sentí lo que fue un portazo en la puerta principal de la casa y al abrir los ojos, me encontré tumbada en mi cama, totalmente vestida pero tan mojada como si hubiese sido real. Ansiosa y desesperada, busqué pruebas de que aquello lo había sido porque estaba tan excitada aún, que no habría podido ser obra de un simple sueño; pero al recorrer la habitación buscando su cálido aroma, las lágrimas me devolvieron la desilusión de la realidad: siempre será ella mi única fantasía porque nunca podré tenerla.

Dibujo realizado por SurNobody