27 de octubre de 2013

Noche de copas

Todo me daba vueltas, mi cuerpo pesaba sobre la cama mientras las tablas de madera del techo giraban descontroladamente. Cerré un segundo los ojos para aclarar mi mente y cuando los volví a abrir, encontré aquella enorme sonrisa sobre mi. Aquella preciosa mujer se sentó sobre mi abdomen mientras que ágil y seductoramente empezó a subirse su vestido. Yo estaba muy confundido pero traté de mantenerme lo más sereno posible. Tras quedar en ropa interior, posó sus manos sobre mi cintura y dificultuosamente, subió mi camisa hasta desprenderla de mi cuerpo, el cual era tan pesado para ella como para mi.

A pesar de lo confuso y mareado que estaba, la veía hermosa: su abdomen exageradamente plano, sus piernas largas, sus oscuros ojos... Ella trazó una línea de besos por todo mi cuerpo hasta que llegó a mi boca donde frenéticamente introdujo su lengua y me recorrió completamente. Al separar su cara, me sonrió de modo muy pícaro al notar como había crecido el bulto entre mis piernas, justo detrás de su prominente nalga y retomando su erótico beso, se acomodó mi erección a la altura de su sexo y comenzó a moverse alrededor de esta. Sin esperarlo, dejé salir un pequeño jadeo que fue su musa para buscar velozmente el cierre de mi pantalón y bajarlo de un tirón llevándose consigo mis boxers. Al abrir los ojos, todo seguía dando vueltas pero la erección le traía al panorama un poco de agitación. Cerré los ojos nuevamente y de inmediato sentí una penetración rápida acompañada de su feliz gemido triunfante. Ella comenzó a moverse de arriba a abajo y luego de adelante a atrás. Mi cuerpo seguía pesando pero era ella quien hacía todo el trabajo.Tras minutos de sentirla sobre mi, fue inevitable descargarme sobre ella, gimiendo ambos al mismo ritmo y sintiendo un fuerte mareo acompañado posteriormente de un sueño profundo.

Despierto y siento como mi cabeza quiere explotarse. La luz del día hace daño a mis ojos y no recuerdo absolutamente nada. Confundido, trato de rememorar la fiesta de la noche anterior; recuerdo entonces los tragos con mis amigos, aquellas chicas lindas, las cervezas frías seguidas por vasos de vodka, aquellos agresivos besos, aquellas propuestas, mi amigo tratando de advertirme de algo mientras me alejaba de la mano con una de las chicas, una palabras en sus labios que no alcancé a entender gracias al licor en mi cuerpo, aquella hermosa mujer deteniendo a mi amigo mientras me guiñaba un ojo...

Al girar lentamente, debido a la indisposición de mi cabeza, la vi allí, desnuda, sin pechos, con su larga cabellera y con una sonrisa de total satisfacción en su cara. Al fin y al cabo no había sido tan mala mujer como para notar que me había acostado con un transexual.