4 de junio de 2013

Obra de arte

Te miro, observo cada pelo que compone tus cejas, todos en la misma dirección enmarcando tu rostro; y te miro y me doy cuenta de cada pestaña que profundiza tu mirada y entonces llego allí, a mi lugar preferido: tu mirada.
Tus ojos negros no dejan distinguir bien sus pupilas y me pierdo, me hipnotizo, me detengo en la puerta de tu ser. Ahora somos uno mientras nos absorbemos con la mirada. Y esto da más muestra de sinceridad que un "te quiero" o un "no quiero volver a verte".
Y me besas, con la mirada me besas como nunca antes nadie lo ha hecho.
Inmediatamente suspiras y bajo todo ello, una gran sonrisa te enmarca completando la mejor obra, el mejor paisaje: tu rostro.

Autorretrato